La X edición de Premios Empresa Social tuvo lugar en el Teatro Lara de Madrid.
El pasado 29 de junio los Premios Empresa Social, tuvierón lugar en el emblemático Teatro Lara de Madrid.
La Gala, se celebró con todas las medidas de seguridad para que todos puedan disfrutar del gran día de las empresas con responsabilidad social de una manera segura, ya que para nosotros lo más importante es la seguridad y salud de todos nuestros asistentes.
El teatro Lara es un vetusto teatro a la italiana construido en 1879 en el número 15 de la Corredera Baja de San Pablo del madrileño Barrio de Maravillas, en el entorno de lo que desde el último tercio del siglo XX se conoce como zona Malasaña.Nació de la iniciativa particular del «plutócrata Cándido Lara», y fue inaugurado el 3 de septiembre de 1880. Entre los estrenos más importantes habidos en él, destacan Los intereses creados, de Jacinto Benavente, en 1907, y el ballet de Falla El amor brujo, en 1915. Dispone de un aforo de 464 personas y nueve palcos.
Cuando Jacinto Benavente estrenó en el Lara “Los Intereses Creados” fue tal el éxito que le llevaron a su casa en hombros, como un torero y como si el Teatro Lara fuera una plaza, un foro, un lugar sagrado en el que se daban cita lo mejor y lo más interesante de la época. Desde entonces ha pasado el tiempo, y el Lara ha vivido épocas gloriosas y otras en las que el abandono y la desidia han estado a punto de derribarlo o de cerrar sus puertas para siempre.
Pero por una serie de carambolas, de casualidades- que algunos llaman milagro, otros magia, y otros simple coincidencia- el Teatro Lara se ha mantenido ahí, escondido, agazapado en la panza de un edificio del centro de Madrid, impasible ante el paso del tiempo, seguro de que al final siempre aparecería alguien, algún incauto enamorado del teatro, que lucharía por volver a ponerlo en pie, por darle lustre, por restituirle los ecos de antaño.
Empresarios o productores como Cándido Lara, Eduardo Yáñez o Luis Ramírez; actrices como Lola Membrives, Balvina Valverde, poetas, escritores, cantantes, dramaturgos y también mucha gente anónima pero principal en su historia: taquilleras, maquinistas, técnicos y por supuesto espectadores. Cientos, miles de espectadores a lo largo de casi dos siglos. Por ello, influidos por el influjo benéfico y maléfico de este espíritu burlón que es el Teatro Lara, comenzamos con un nuevo impulso ya en la temporada 2008 con un proyecto cuya intención era la de renovar uno de los espacios más emblemáticos de Madrid.
Así el “Nuevo” Teatro Lara abrió sus puertas de nuevo, con una programación comercial, pero de calidad, capaz de volver a congregar un público fiel a es este espacio. Junto a la programación teatral el Teatro Lara también da cabida a la música, a la poesía, o a cualquier expresión artística, convirtiéndose en el espacio plural y libre que siempre ha sido.